jueves, 18 de junio de 2015

ANTECEDENTES EP. 1


   La Federación de Comercio, liderada por el Virrey neimoidiano Nute Gunray, compró las victorias en el Senado Galáctico con sus inmensos recursos. Como sistema independiente, hasta tenían su propio senador, Lott Dod, y llegaron a sobornar a los inspectores de seguridad de la República Galáctica para que ignoraran la carga militar de la nave de batalla clase Lucrehulk que disponía. En secreto, la Federación había convertido cargueros de transporte en letales naves de batalla. Las modificaciones se dieron para defenderse contra la elevada actividad pirata en los Territorios del Borde Exterior.
Darth Sidious: «Debemos acelerar nuestro plan. Ve desembarcando tus tropas.»
Nute Gunray: «Mi Lord... ¿Eso es... legal?»
Darth Sidious: «Yo lo convertiré en legal.»
Pero la República pronto aprobó la ley que cobraba impuestos a las rutas comerciales de los sistemas estelares periféricos. Había dos razones para ello, serviría para debilitar a la creciente Federación y para recuperar fondos para la debilitada República. La Federación de Comercio sintió la necesidad inmediata de contraatacar.

Una fuerza de invasión de letales droides de batalla fue construida además del gran número de naves bélicas camufladas de la Federación. Formaban parte de un complot minuciosamente elaborado por Darth Sidious, el Señor Oscuro de los Sith, como parte de su plan para establecerse como Canciller Supremo, a través de su yo público como senador Palpatine. Sidious había contactado con el Virrey de la Federación Nute Gunray y le ordenó usar su barato y peligroso ejército contra el próspero, distante y nativo planeta de Naboo, que caería a la voluntad de la Federación sin la inmediata ayuda de la República. Cinco meses más tarde, y después de conseguir recursos de varios planetas, como Alaris Prime y Esseles, la Federación de Comercio bloqueó el mundo del Borde Medio.

La primera orden de Darth Sidious a la Federación de Comercio fue que usaran sus naves de batalla en un bloqueo prácticamente impenetrable orbitando Naboo. Fue un osado movimiento por parte de la cobarde Federación.

Pero Naboo fue capaz de mantener el contacto con la República de Coruscant y la Reina de Naboo, Padmé Amidala, pudo hablar con el senador Palpatine, el representante del Senado por Naboo. Palpatine era precisamente Darth Sidious, controlando la Federación de Comercio desde las sombras.

Cuando la Reina Amidala le explicó a Palpatine que Naboo estaba siendo aislado del resto de la Galaxia, él seguidamente habló con el Canciller Supremo Valorum y el Gran Consejo Jedi para resolver el conflicto de Naboo. Valorum y el Consejo enviaron a dos Jedi, Qui-Gon Jinn y su padawan, Obi-Wan Kenobi, a reunirse con el Virrey de la Federación y asegurar la retirada de las tropas de la Federación del sistema. Pero pronto todas las comunicaciones fueron cortadas a medida que la Federación se imponía en el sistema Naboo. Entonces el Virrey aún actuaba bajo la influencia de Sidious.

Los dos Jedi tenían que reunirse con el Virrey Gunray inmediatamente. Pero TC-14, el droide de protocolo, que recibió a los Jedi, en seguida informó a Gunray, a su teniente, el oficial de asentamiento Rune Haako, y al capitán de las fuerzas invasoras Daultay Dofine, que los embajadores de Coruscant eran Jedi.

Nute Gunray: «Y... ¿los Jedi?»
Darth Sidious: «El Canciller nunca debió involucrarles. Mátales ahora mismo.»

Temiendo enfrentarse a los Jedi, Gunray contactó con Sidious y le contó la situación. Sidious le ordenó matar a los Jedi y que empezaran a aterrizar sus tropas en Naboo para su invasión. Luego Gunray activó la emisión de gases tóxicos a través del sistema de ventilación de la sala de espera donde se encontraban los Jedi, y envió un escuadrón de droides de batalla de seguridad a la salida de la puerta en caso que percibieran el peligro e intentaran escapar. Jinn y Kenobi vencieron a los droides y casi abren una brecha en las compuertas del puente con sus sables láser antes de que fueran sorprendidos por droidekas.

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